sábado, 6 de diciembre de 2008

Fragmentos de "El Principito" por Antoine de Saint - Exupéry

"- Si ordeno a un general que vuele de flor en flor como una mariposa, o que escriba una tragedia, o que se transforme en ave marina y si el general no ejecuta la orden recibida, ¿quién, él o yo estaría en falta?

- Vos - dijo firmemente el principito.

- Exacto. Hay que exigir a cada uno lo que cada uno puede hacer - replico el rey-. La autoridad reposa, en primer termino, cobre la razón. Si ordenas a tu pueblo que vaya a arrojarse al mar, hará una revolución. Tengo derecho de exigir obediencia porque mis ordenes son razonables.

- ¿Y mi puesta de sol? -respondió el principito, que jamas olvidaba una pregunta una vez que la había formulado.

- Tendrás tu puesta de sol. Lo exigiré. Pero esperare, con mi ciencia de gobernante, a que las condiciones sean favorables."

"-No tengo nada mas que hacer aquí -dijo al rey-. ¡Voy a partir!

- No partas -respondió el rey, que estaba muy orgulloso de tener un súbdito-. ¡No partas, te hago ministro!

-¿Ministro de que?

-De... ¡de justicia!

-¡Pero no hay a quien juzgar!

-No se sabe -le dijo el rey-. Todavía no has visitado a mi reino. Soy muy viejo, no tengo lugar para una carroza y me fatiga caminar.

-¡Oh! Pero yo ya he visto -dijo el principito, que se asomo para echar otra mirada hacia el lado opuesto del planeta-. No hay nadie allí, tampoco...

-Te juzgaras a ti mismo -le respondió el rey-. Es lo mas difícil. Es mucho mas difícil juzgarse a si mismo que juzgar a los demás. Si logras juzgarte bien a ti mismo eres un verdadero sabio."


El Principito: nunca he leído un libro mas sabio y mas profundo. Tan lleno de sabiduría y tan rico. De esos libros que se pueden leer una y otra vez, y cada vez encontrarle un significado diferente y aplicarlo a un aspecto nuevo de la vida. Se lo puede comparar desde un aspecto tan pequeño y simple como la convivencia diaria, hasta la complejidad de la forma de actuar de un gobernante.

La primera vez que leí este libro fue en una tarde y noche de invierno, en la Estación Central de Gales, mientras esperaba mi tren. Sentado en el piso, arrimado a una pared mientras veía a los trenes y al agente ir y venir. Cuando uno esta en el piso ve cosas que no se ven normalmente. Ve las cosas mas simples. Es bueno sentarse en el piso de vez en cuando solo para ver el movimiento del mundo. Sin tratar de entenderlo, simplemente verlo.

Todos deberíamos recordar ese tiempo cuando eramos niños y pensar como uno de vez en cuando. Actuar sin pensar, sin ese razonamiento "absurdo" que solemos tener los adultos. Actuar con el corazón. Tal vez las cosas serian mas simples y sin tanto conflicto. Tal vez los problemas de los que tanto nos quejamos a diario los creamos nosotros. Tal vez somos nosotros los que hacemos que nuestras vidas sean complicadas y por eso no la disfrutamos como deberíamos hacerlo! Al preocuparnos de tantos problemas no nos enfocamos en la verdadera esencia de la vida. No nos enfocamos en la verdadera importancia que esta tiene. No nos enfocamos en la verdadera felicidad!

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