jueves, 18 de marzo de 2010

Mensaje a Garcia


No se si alguien a leído este pequeño texto de Elbert Hubbard. Esta pequeña obra literaria, UN MENSAJE A GRACIA, fue escrita una noche, después de la cena, en una hora. Erase el 22 de febrero de 1899. Se los recomiendo! https://www.banreservas.com.do/NR/rdonlyres/6EC478EF-82C0-44DF-9832-9536353C1CE4/0/UnmensajeaGarc%C3%ADa.pdf

Generalmente existen dos tipos de personas: las que tienen un verdadero “amor al deber, fidelidad a la confianza que se le deposita, el obrar con prontitud, el concentrar todas sus energías: hacer bien lo que se tiene que hacer” (Hubbard); y las que no. Hallar personas que encajen en el primer grupo es mucho menos probable que encontrar personas ociosas, quemimportistas, que simplemente no hacen bien las cosas si no son obligadas. Este fenómeno se encuentra en cualquier instante de la vida, pero muchas veces es más evidente en las empresas o lugares de trabajo.

Existen personas que hacen las cosas solo porque son obligados a hacerlo y porque tienen a alguien que esta vigilándolos para que cumplan su tarea. Sin embargo, existimos pocos que asumimos la responsabilidad de la tarea encomendada y la cumplimos entregando el 100% de nuestras capacidades. Si en todas las empresas, las personas que están dispuestas a “entregar el mensaje a García” fueran mayoría sobre el resto el éxito estaría garantizado. Muchas veces sucede que existen buenas ideas, grandes oportunidades, necesidades desatendidas; pero no existe el compromiso de sacar adelante esas ideas, aprovechar esas oportunidades, o cubrir esas necesidades. Un poco de compromiso es primordial para encontrar la superación personal y colectiva.

Hubbard habla del nivel de compromiso que existe en los patrones y en los empleados. Y, si bien es cierto que un empleado no trabajara de la misma manera que el mismo dueño de la empresa, si este hiciera un poco de esfuerzo por entregar su máximo esfuerzo todos se verían beneficiados. Existe una condición humana que es terriblemente perjudicial y contagiosa: el conformismo. Cuando una persona, un empleado en este caso, se encuentra cómodo en su lugar de trabajo ganando lo que él considera que es suficiente y procurando hacer el mínimo trabajo posible no encuentra la necesidad de esforzarse un poco más. Sin embargo, cuando esta misma persona se ve en una situación de austeridad, de grandes necesidades tratara de entregar su mayor esfuerzo para así poder obtener una mayor recompensa a su esfuerzo. Claro está, que existirán todavía los holgazanes que a pesar de estar consientes de sus necesidades esperan que la vida les sonría con una recompensa gratis al esfuerzo que no ha realizado.

Asimismo es importante considerar la otra cara de la moneda. Sabiamente mi padre dice que “no hay peor orden que la que no se puede cumplir”. Si un patrón espera que su empleado cumpla a cabalidad lo que le ordena, dicha orden deberá ser realista y deberá considerar las posibilidades del empleado. Es importante entender que el patrón debe tener el conocimiento y experiencia tal para poder entregar el mensaje a García adecuado para cada empleado. Si se le pide a un empleado que calcule el volumen de un cuarto y realice un complicado cálculo matemático, cuando este solo ha alcanzado a terminar la mitad de la primaria, se le estaría entregando un mensaje a García que simplemente no podrá entregar por más buena voluntad y compromiso que tenga.

El éxito en la entrega de un Mensaje a García dependerá entonces tanto de la disposición y compromiso de los empleados, como también de la sabiduría del remitente.


AHORA PIENSA DETENIDAMENTE... ESTAS LISTO DE LLEVAR EL MENSAJE A GARCIA?

No hay comentarios:

Publicar un comentario